Ref. 574092
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Resumen:
La pandemia ha afectado a lo largo de los últimos dos años a diversas áreas sociales y económicos de la vida cotidiana. Lo mismo ha sucedido en el aspecto sanitario. Más allá de las consecuencias físicas obvias provocadas por el coronavirus, el confinamiento, aislamiento y la archiconocida distancia física han mermado la salud mental de la ciudadanía. En lo que concierne a los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), tanto las asociaciones como la propia red de salud pública coinciden en constatar su aumento. Según Osakidetza, la Red de Salud Mental de Gipuzkoa ha visto cómo el total de consultas ha pasado de 844 en 2019 a 1.367 en 2021, un 62% más. En algunas OSIs, el incremento es aún mayor.