Ref. 105432
Location: R.1171
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Keywords:
Contraprestaciones, Efectos, Experiencias, Familias monoparentales, Madre, Mujer, Pobreza, Prestaciones económicas, Reforma, Renta de garantía de ingresos, Países Bajos
Abstract:
Siguiendo el ejemplo de otros países, el parlamento holandés decidió en 1996 reformar el sistema de prestaciones sociales, cuyos usuarios eran, en un 60%, madres solas sin empleo y con hijo/as a cargo. Se derogó entonces el derecho a la percepción de una prestación económica incondicional -de un 70% del salario mínimo- hasta que el menor de los hijos alcanzara los 16 años y se impuso a las madres solas la exigencia de inserción laboral una vez el menor de los hijos cumpliera los cinco años. La reforma ha cosechado un fracaso evidente y apenas un 12% de las madres que encabezan familias monoparentales han accedido en este tiempo a un puesto de trabajo. Este artículo -basado en una encuesta realizada en 1998 a una muestra de mil madres solteras perceptoras de ayudas sociales y a otras 700 que no percibían tales ayudas, así como en entrevistas a trabajadores sociales de cinco grandes ciudades- intenta aclarar las razones del fracaso.