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PROGRAMA MARCO CUIDADOS PALIATIVOS. [s.l.], JUNTA DE EXTREMADURA, 2002, 75 p.
Ref. 129480
Localización: ARCHIVO

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Palabras clave:
Cuidados paliativos, Enfermos, Enfermos terminales, Informes oficiales, Recomendaciones, España, Extremadura

Resumen:
Desde la fase de proyecto del Plan de Salud de Extremadura 2001-2004, se contempló el desarrollo de medidas específicas que colaboraran con la mejora de la calidad de vida, calidad de muerte y control sintomático de los pacientes aquejados de enfermedades en fase terminal y sus familias como uno de los objetivos de salud con mayor necesidad de acciones específicas inmediatas. Tras etapas previas en nuestra sanidad de mejoras en la atención materno infantil, y con el avance de conocimientos y mejora del estado del bienestar, el aumento de la esperanza de vida conlleva entre otros, el incremento en la proporción de la mortalidad a causa de enfermedades crónicas degenerativas y de enfermedades como el cáncer, que a menudo se acompañan de una fase de gran sufrimiento en la última etapa de la vida del enfermo y de la familia que lo acompaña en tal difícil trance. El sistema sanitario ha de identificar y establecer las prioridades y necesidades de su población, y tras ello emprender las mejores medidas posibles destinadas a su atención. Con una población que se dirige al envejecimiento, y sin abandonar el desarrollo de medidas innovadoras y eficaces para el estudio y la curación de la enfermedad, se hace absolutamente necesario facilitar una respuesta integral que permita a nuestra población la mejor de las atenciones también en el momento en el que no existe tratamiento curativo posible. Es entonces cuando el paciente y la familia pueden llegar al mayor sufrimiento y en contraposición, a menudo, es cuando llegan a sentirse más desamparados. Las medidas de confort, los cuidados, el control de síntomas, y el apoyo psicológico y social son fundamentales. El continuo progreso en las técnicas y conocimientos científicos que permitan aliviar al paciente en estado terminal, deberán siempre acompañarse de medidas que faciliten la correcta comprensión y defiendan la comunicación con el paciente y su familia, como herramientas fundamentales para ofrecer respuestas a las que son sus necesidades reales.